Sin él no había cena,
los platos se apilaban,
los juguetes esparcidos
en el living descansaban.
La tarea inconclusa,
las risas escaseaban
y ni un poco de atención
por sus cuitas encontraban.
Ahora que se fue definitivamente,
no reparan en su falta,
ya ni lo recuerdan parece,
dejó de ser el mejor de la noche a la mañana.
los platos se apilaban,
los juguetes esparcidos
en el living descansaban.
La tarea inconclusa,
las risas escaseaban
y ni un poco de atención
por sus cuitas encontraban.
Ahora que se fue definitivamente,
no reparan en su falta,
ya ni lo recuerdan parece,
dejó de ser el mejor de la noche a la mañana.
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