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jueves, 23 de julio de 2020

El día de la Marmota o aislamiento preventivo (Parte 1 la mañana)


Secretos de "El Día de la Marmota": la historia de Phil Connors, un  meteorólogo frustrado - Clarín 

Suena la alarma del celular 8 am, con el mensaje "apagar bomba" usado cuando vivíamos en la casa de fin de semana allá por el lejano Febrero...
Me levanto, me abrigo, ya que en mi habitación orientada hacia el sur, hace más frío que afuera.
Voy al baño, al abrir la puerta me choco con el caloventor que dejaron las nenas luego de bañarse a la madrugada.
Me dirijo a la cocina y aún pienso que las perras (tengo tres) me van a saltar eufóricas por verme, pero no es así, como diría un jugador tras un partido, me comí el amague, pasan desaforadas junto a mí como esquivando a un marcador central y enfilan hacia mi cama donde se encuentra "su ama".
Agacho la cabeza y pienso bueno la próxima será....
Acto seguido lleno la pava eléctrica y mientras calienta (ahora aprendí a mirar si mi hija no la dejó en la posición de hervir para no tener que volver a repetir el movimiento.
Tras cartón limpio el mate, seco la "meadita" dejada por una de mis perritas, que da la casualidad que siempre es la misma, la más viejita, la ex hija única, que al parecer no perdona este cambio de habito,
digo el de dejar de dormir con nosotros en la cama, cómo cuando era la única que teníamos, y la tipa no las hace pagar, mañana tras mañana...
Ya son casi las 8,30 llevo el mate a la cama a la "ama" de las perritas, y le pregunto "quiere un matecito mi amor" ella me responde siempre "chi"
Por ende quiero volver a acostarme en mi lugar, pero me encuentro con una barrera infranqueable de esta peludas adorables, acostadas alrededor de mi mujer como una custodia.
Entonces solo me queda un pequeño espacio donde  apoyar mi asentadera, tratando de no molestarlas.
Le cuento a mi señora como está el clima, y comentamos que podríamos hacer en el día, que no es mucho, ya que yo estoy desocupado y casi todo lo que podía hacer, reparar y preparar en la casa ya lo he hecho y ella tiene su rutina de conectarse al home office, para hacer su rutina de lunes a viernes, por suerte, obviamente.
Lo bueno de las mañanas es disfrutar de un tesoro tan valioso cómo es el silencio, ya que las "nenas" duermen, las pongo entre comillas ya que son 3 jóvenes de 19, 17 y 14 años...
Ah las nenas! Divino tesoro!  Con la cuarentena se ha implementado en la casa un sistema de horarios que la hacen funcionar a pleno más de 20 horas al día,  Ya que el día de los adultos (no mayores entiéndase) comienza entre las 6,30  u 8 según como se haya dormido la noche anterior, terminando entre las 0.00 y las 2 am, y el de ellas comienza en promedio a las 14 y concluyendo pasadas las 3 am. Entonces para nosotros los adultos la mañana es una ,,, como decirlo para que no suene a padres desamorados... una... BENDICIÓN!!!!
Lo que se disfruta en la franja horaria de las 7 a las 14 horas, no tiene precio! Sobre todo el "SILENCIO", tanto mi mujer como yo cada uno en lo suyo,  ella trabajando y yo escribiendo, charlando cada tanto de manera calmada y serena, no a los gritos como si nos estuviéramos por separar, ya que en la franja horaria coincidente con las nenas no logramos escucharnos tanto sea  por el volumen de la música, los cantos, o la tele con la serie favorita de ellas, que oh casualidad se trata de un grupo de adolescentes que viven hablando a los gritos y poniendo la música a todo lo que da.
Hasta acá llegamos, mañana les cuento, aún falta lo "mejor" las tardes y las noches🙄 , de como continúa este día de la Marmota versión criolla.





miércoles, 22 de julio de 2020

Amor en los tiempos de COVID-19

Wanchope Ábila usa barbijos de La Mona - Cuarteteando.com
Hoy 22 de julio del 2020 estamos aquí en la Capital de la República Argentina superando el cuarto mes de aislamiento preventivo, sin dudas un hecho inédito en la humanidad desde su existencia.
Pensaba mientras hacia cola en la verdulería de Rivadavia y Lacarra y una veterana me hacia ojitos detrás de un barbijo con la imagen de la Mona Jimenez y otra treinteañera me rozada la cola intencionalmente al querer entrar al negocio de al lado, y que al volver caminado a casa, otra señorita se chocó con un poste de luz distraída por mirarme mientras paseaba su Caniche Toy, es por todo esto que llego a la conclusión de que ya no hay que parecerse a un metro-sexual, para tener suerte en el amor en estos tiempos de Corona Virus. 
Y como siempre he tratado de sacar el lado positivo a las vicisitudes de la vida, esta vez, ¿por qué no?, practico la misma filosofía.
Pasada la etapa de angustia, estrés, miedo e inseguridad por el futuro, nos encontramos en una meseta que nos despierta de ese aletargamiento sexual.
Creo que no solo a mi me pasa (aunque mi mujer diga que es un planteo que le hago a ella en forma subliminal) 
Pero volviendo al tema en cuestión, siento en esta última etapa que me miran ciertas personas como a un plato de milanesas con papa fritas cuando camino por la calle, las pocas veces que me toca hacer los mandados o ir a la farmacia, y yo si que soy poco agraciado se los prometo.
Medio encorvado, un caminar muy extraño (que no fue corregido ni por mi paso en el Servicio Militar, tantas veces castigado por mi marchar en los desfiles, pero jamas se solucionó el tema), continúo, flaco de esos al cual el trasero se les perdió en una partida de truco, calvo desde la coronilla hacia atrás, y los pocos pelos canosos que encandilan en un día soleado. Ni hablar de mi nariz que gracias al barbijo siento que no choco a la gente mientras camino. (El barbijo otro tema que da para una historia)
Así y todo,  a pesar de mi aspecto, siento que me miran en esta cuarentena.
Por eso amigues no pierdan las esperanzas les digo y si a mi me ha sucedido le puede pasar a cualquiera!
O por lo menos puedo imaginar que es así.😊