Por las noches sudabas frío,
de espaldas al enemigo...
Rezando por no despertar,
a la fiera que dormía contigo...
Un grito en la oscuridad,
como un rayo en medio de la noche,
No importaba si te habías portado mal,
si eras merecedora de algún reproche...
Eterna madrugada,
sin pegar un ojo,
sin moverte siquiera,
para no despertar al ogro.
Ansiando ir a trabajar,
alejarte de la escena,
pero tan efímero era...
Al llegar a casa,
la pesadilla reiniciaba...
Más vale estuviese lista la cena,
que tu mejor sonrisa le concedas,
y que las nenas estén calmadas y contentas,
esperado a su pa llegar...
No siempre todo se daba,
vos cansada y la comida fría,
Las princesas dormidas,
perdón! no podían hasta las 11 esperar...
Entonces se repetía la historia,
gritos y más gritos, discordia!
Ya nada lo podía calmar...
Con solo la mirada te hacía temblar...
Miedo a las noches,
sin lugar para mimos, ni roces,
Pesadilla de dormir hecha un ovillo,
esperando el mazazo... sin aviso...
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