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martes, 12 de junio de 2012

...Mujer...

‎...Mujer...

Jamás tomé a una mujer como una condecoración o un adorno, pero se de muchos hombres que lo han hecho y lo hacen.
Que las toman como un objeto, que cuanto menos hable, más se muestre, pero más reprimida a su vez sea, mejor.
Un adorno no habla y si se le pega un cartel "prohibido tocar o acercarse" son el complemento ideal.
A la manera de un automóvil con alarma y rastreador satelital.
Pueden ponerse escote, pero en su casa o cuando salen juntos.
Pueden reír y ser joviales, solo con sus amigas o en una reunión con gente conocida por él, las cuales tenga bien vista y sepan que tiene pocas pulgas si se acercan a ella.
Pueden ir a trabajar, pero cerca de su casa, pocas horas y en un empleo donde no tenga que ir arreglada y si son todas mujeres mejor.
Puede salir de compras, pero con la madre o la hermana de él...
Jamás debe pensar o tomar decisiones por sí misma, todo debe consultárselo, hasta por ejemplo la forma de depilación, que obviamente la hará en casa, como pueda, si se quema con la cera o se corta con la maquinita, no es su problema, el problema es que se vaya a desnudar por ahí, delante de las lesbianas que se dedican a depilar.
Si necesita ir algún lugar, debe esperar que él la lleve o en su defecto pedirle a la hermana o una amiga que lo haga, jamás taxi y menos remis, él asegura que ese tipo de gente es libertina y siempre está al acecho.
Para ellos una mujer es una cosa, pero a la que nadie puede acercarse demasiado, excepto él obvio, sus madres o hermanas, no digo hermanos eh?
Si por algún motivo violara estas condiciones, ya sea con o sin intención el la castigará, de acuerdo a la gravedad de la afrenta o no, eso según se le de la gana en ese momento, o del humor en que se encuentre. También el pensamiento libertino será motivo de castigo ya una frase, una broma o una pose fuera de "lugar".
Si sos mujer, yo se que no hay nada mejor que te mimen, te mantengan, te colmen de atenciones, que te construyan un castillo de cristal, pero ten cuidado que este castillo no se transforme en prisión.
No te acerques a los coleccionistas de tesoros, que arrancan siendo los más divertidos y comprensivos, y si fuesen solo coleccionistas no sería nada, son despiadados, tienen la sangre fría y no tienen idea de lo que significa la caballerosidad ni mucho menos.

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