Primo

Siguiendo con la zaga de reencuentros gracias a la era tecnológica que vivimos. Esta vez pense en escribir acerca de una persona que jamás vi en mi vida, no compartí mi infancia, y esta foto es la primera imagen que tengo de él.

Pensarán como se puede apreciar a alguien que no se conoce, les aseguro que hasta hace unos meses pensaba lo mismo.

En el buscador en internet, procuré de tanto en tanto escribir Schattenhofer y ver que resultados me mostraba, y allí aparecían variadas personas de distintos países y de nuestro pais se destacaban mi prima Mara y un tal Federico.

Mara figura en muchos sitios por su actividad en la política provincial, y este Federico en varios listados de Ingenieros de Chajarí o Concordia, pero hasta allí llegaban mis intentos.

Con la aparición de Facebook, seguí intentando periódicamente hallar tanto a él como a mis primas.

Como saben encontré de esa forma a Marisa y eso me llevo rápidamente al resto de la familia.

Con Federico, si bien casi todos los reencuentros sucedieron al unísono, me demando más trabajo y tiempo de investigación, valió la pena, ya que cuando mis esperanzas de diluían, me llego una contestación de él por medio de Sónico, un sitio similar a facebook.

De la noche a la mañana se me había agrandado la familia.

El ser caradura y testarudo rindió finalmente sus frutos, mi primo dejo de ser un recuerdo o un comentario familiar, para transformarse en una realidad.

Lo más increíble de estos sucesos, es el sentirse correspondido, es sentir que el cariño que uno manda vuelve de igual manera, que no todo esta perdido en este mundo de maltratos y violencia, que si uno tira buena energía, la misma no se pierde, por lo contrario vuelve revitalizada.

¿Como se puede querer a alguien que uno no conoce?

Mi respuesta es, los vínculos cuando provienen de la sangre son indisolubles , no animarse a dar pasos que para muchos son inútiles o sin sentido, te privan de estas sensaciones y alegrías nuevas para el alma.

Animarse, todo radica en eso, lo demás viene solo.