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jueves, 26 de febrero de 2009

De Mujeres













Me considero un gran conocedor del pensamiento femenino, ya que me criaron mujeres y mis mejores amigos, fueron y son mujeres.
Siempre tuve una complicidad muy especial con ellas, respeto y muchas veces busco su opinión, es bueno decir que mis amigas difícilmente digan algo sin sentido o que realmente no sientan, en cuanto a la opinión que les solicito, de todos modos generalmente buscan en mis preguntas, como toda mujer que se precie, algo más allá.
Es más aún, pienso que ellas se preguntaran por lo general, ¿que me quiso decir realmente?, pero seguramente, a través de los años, han aprendido a entender que mi pregunta o comentario se limita a eso y no tiene segundas intenciones.
Intento, sin embargo, inculcarles que la vida es simple, mucho más simple de lo que ellas se imaginan.
Por supuesto, que es guardar en saco roto, pero no cejo en mi prédica.
La foto de arriba es sin duda la más ingeniosa representación de ambos géneros.
Por otra parte los hombres a menudo, si uno habla de ciertos temas, empiezan a tomarte como un flojo o rarito, aunque ellos piensen o tengan las mismas dudas que uno.
Me he dado cuenta en estos años, que me he quedado bastante solo, en cuanto a mis amistades masculinas, esto me lleva a pensar si no estoy hecho un flojo.
Seamos sinceros, ¿con quien se puede hablar de algo profundo y serio? ¿con el mismo que hablo sobre si Palermo esta para jugar de entrada, o si Fabbiani es un invento?, yo diría que más bien no, hay honrosas excepciones, pero "nosotro lo macho", no estamos para complicarnos la vida, ya bastante tenemos que rompernos el alma para traer el pan a casa, renegar con el transito, lidiar con los vencimientos y los reclamos de nuestra mujeres ni bien entramos en casa.
Por eso, sin ánimo de discriminar, siempre prefiero hablar con el sexo opuesto, tienen más oreja, te prestan atención (si no te vas al carajo y decís boludeces), y siempre tienen una palabra de aliento.
A mi mujer, estoy seguro que no le divierte mucho mi forma de pensar, actuar y menos que escriba sobre el tema, pero sabe que soy así, y como siempre digo, ella es tan buena onda, que no parece mujer.
Me explico: ella por ejemplo si le digo: "tengo frío" no piensa que realmente le quise decir que lo nuestro esta frío o que ya no me calienta, ¿se entiende?
Otro ejemplo: si estamos por ir a pasear y los chicos no están y salgo con un: ¿y si nos quedamos acá en casa solitos?, no cree que me da vergüenza salir con ella o que me aburre.
Otro, si le digo: "me voy a cenar con mis amigos" me contesta bueno, que la pases bien y no un: "amigos, amigos!! y yo? cuando vas a salir conmigo???, o quedate mejor que te preparo unas milanesas con fritas, no me siento nada bien.
Ella esta segura que me tiene agarrado, quizás no sea bueno tener esa seguridad todo el tiempo, pero es muy inteligente y sabe administrarla, a la seguridad me refiero.
Con respecto a las demás de su "especie" tiene una ventaja considerable, he conocido muchas mujeres, pero como ella, ninguna.
Es verdad que no todo es color de rosa, no le gustan los quehaceres domésticos, no está cual madraza esperándome y con los años se le notan algún que otro rasgo propio de su género, pero de todas formas, debería dar un giro de 180 grados para dejar de ser mi preferida.
Uds. dirán que contradictorio soy, ya que por un lado resalto las bondades de la mujer y por el otro estoy maravillado con la forma fuera de lo común de mi señora esposa.
Creo que una cosa no quita la otra, jamás dije que me encantaría convivir con todas las mujeres, resalte lo importante que son para mi como consejeras y amigas.
Pero no quiero abrir un subtema del tema en cuestión.
Las mujeres, suaves, bellas, frágiles, sensuales, graciosas, ingenuas e inteligentes, son el tema que elegí para contarles.
Suaves: la piel femenina, que hábil ingeniero fue Dios que las hizo con esa tersura y delicadeza.
Bellas: quizás por suaves son bellas o bellas por suaves, no lo se, lo que si sé, es que hasta la mujer barbuda del circo, tendrá sus encantos también.
Frágiles: pueden ser verdaderas "Amazonas", pero siempre un rasgo de fragilidad se les escapará.
Sensuales: que una mujer haga una caída de ojos, o se voltee y sonría, provoca un erizamiento en la piel de cualquier hombre que se precie.
Graciosas: si a esto le sumamos que pueden ser divertidas, estamos ante casi un sueño.
Ingenuas: Como en el caso de las "Amazonas" por más pilla o canchera que sean, en algún momento evidenciarán ese rasgo.
Inteligentes: por más analfabetas o marginales que fuesen, siempre están volviendo de muchas cosas de las cuales nosotros ni empezamos a ir.
En justo resaltar que estos seres cuasi perfectos a veces suelen ser: obsesivos, inseguros, miedosos, rencorosos, paranoicos, desconfiados.
Obsesivas: no dejan nada librado al azar, a veces hasta el paso mas insignificante, llega precedido de todo una montaje de producción.
Inseguras: detrás de cada mujer, por más exitosa que fuese, se esconde una persona que se quiere poco y se siente poco.
Miedosas: ¿son miedosas por que son inseguras o inseguras porque son miedosas? ambas creo, tienen miedo de todo y por todos, será su instinto maternal seguramente.
Rencorosas: no hay mujer que no lo sea, no olvidan una afrenta, no olvidan un rostro que las hizo sufrir, no olvidan bah.
Paranoicas: Cada cosa que sucede en este planeta se refiere o le afecta a ellas, todos están en su contra o quieren sacar rédito de alguna u otra manera.
Desconfiadas: como en el rasgo anterior, no te fíes de nadie y de nada, es su lema, no se si es algo que se trasmite de generación en generación y por ende viene de épocas prehistóricas cuando el hombre con un garrote escondido en su espalda aprovechaba un descuido para darles o que simplemente no logran entender que no todo en la vida esta hecho para perjudicarlas.
Se que lo escrito traerá aparejado comentarios de toda índole, o quizás por parte de "ellas" silencio e indiferencia (otro de sus rasgos que olvide mencionar).

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